La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

miércoles, 14 de febrero de 2018


13 de febrero de 2018 - Italia
Mensaje de Jesús

Hoy, Jesús apareció acompañado de Nuestra Señora y San José, y al lado de ellos tres estaban también San Rafael y San Miguel.

¡La paz esté con vosotros!
Hijo mío, Yo estoy aquí porque quiero consolar vuestros corazones y vuestras almas. Yo deseo dar alivio a vuestros cuerpos abatidos y masacrados por tantas enfermedades. Yo soy la Vida Eterna y la Salud plena que necesitan. Dejad que mi amor envuelva vuestro ser para que de él se beneficien y encuentren la paz.
Yo os pido: perdón, amor, conversión y santidad. Muchos corazones están heridos, mas Yo vengo a derramar el bálsamo que suaviza y cierra vuestras heridas.
      Pedid con fe y obtendréis. ¿Todavía no aprendisteis a creer? Creed, creed, creed, pues soy Aquel que es todo en vuestras vidas, Aquel que hace que los dolores se transformen en alegría, mas dejad que mis palabras y mi amor entren en vuestros corazones para que vuestras almas sean liberadas de las corrientes espirituales de pecado que las esclavizan.
Arrepentíos de vuestros pecados. Un acto de amor y de arrepentimiento puede obtener mucho de mi Corazón misericordioso. Rezad como mi Madre os pidió y todo en vuestras vidas tendrá mi bendición y mi luz. Yo os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!


Durante la aparición, Nuestra Señora y San José juntamente con los Arcángeles rezaron los Padrenuestros y los Glorias por las llagas de Jesús nuestra cura y liberación. Los Arcángeles, por orden de Jesús, señalaban las personas presentes en la aparición, haciendo la señal de la cruz, en la frente de cada uno, permaneciendo una cruz luminosa. Esta cruz es una señal de bendición, de liberación, de cura no solamente corporal mas espiritual. Es un bálsamo para nuestras heridas del alma y del corazón.