La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 11 de febrero de 2018

9 de febrero de 2018 - Italia
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra madre, vengo del cielo para pedir oración, conversión y paz. No permitáis que vuestras familias sean alejadas de la presencia de Dios, por falta de oración y de arrepentimiento sincero de vuestros pecados.
Acoged mi llamada de amor y de mudanza de vida. Acoged en vuestros corazones mi amor maternal y llevadlo a todos vuestros hermanos.
Hijos míos, el mundo está caminando en dirección al gran abismo de la condenación eterna. Interceded por la conversión de vuestros hermanos que todavía no se decidieron por la mudanza de vida y conversión diaria.
Muchas almas se encuentran ciegas espiritualmente porque dejaron al Señor y a su Santa Ley de lado. El Santo Rostro de mi Hijo nuevamente es ultrajado y herido a causa de las infidelidades y frialdad de parte de muchos de mis hijos.
Acoged mi invitación a la oración y a la reparación, hijos míos. Aprended a unirse a mi Hijo Divino y delante de su Cruz suplicad el perdón y la misericordia para los pecadores ingratos.
Volved, volved a Dios. Abrid vuestros oídos para escuchar las palabras que mi Hijo me permite comunicaros. Abrid vuestros corazones para que podáis acoger su amor Divino, que Él os concede, por medio de mi Inmaculado Corazón.
Hijos míos, recordad: nada en este mundo se compara con la vida eterna. No os dejéis engañar. Nos os engañéis con aquello que nos os puede dar la paz. Solamente Dios, hijos míos, solamente Dios y su amor no pasan jamás. Gracias por vuestra presencia aquí una vez más. Retornada a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!