17 de marzo
de 2018 – Manaus, Amazonas
Mensaje de María
¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, yo tu Madre, estoy aquí nuevamente para
concederte a ti y a tu familia mi bendición. Yo os coloco dentro de mi
Inmaculado Corazón y coloco también a todos aquellos que acogen mis mensajes
con amor y los viven verdaderamente como mi Hijos Jesús desea.
Muchos son aquellos que dejaron el camino del Señor por
miedo, por vergüenza, por causa de la falta de confianza en mi Hijo Jesús y en
mí, tu Madre Inmaculada.
No quedes triste. Dios está separando “las ovejas de los
cabritos”1, está separando los suyos, aquellos que no se dejaron
debilitar en su fe y no pierden jamás la confianza.
Como mi Hijo Jesús dijo en su Palabra no todo aquél que
le diga “Señor, Señor”, entrará en el Reino de los Cielos2.
Di a tus hermanos que aumenten más la fe rezando,
ayunando, viviendo en gracia de Dios, acercándose con frecuencia a los Santos
Sacramentos. Yo estoy siempre aquí, en este lugar, como también estoy en
Itapiranga esperando por cada uno de vosotros para protegeros, para bendeciros
y acogeros debajo de mi Manto Inmaculado. Reza, espera y enseña a tus hermanos
a rezar, a esperar y a confiar. Dios hará grandes cosas por aquellos que
siempre confían y jamás dudan. Yo te bendigo a ti y a toda la humanidad: en
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
1. "«Cuando el Hijo del
hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará
en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él
separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los
cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda" (Mateo
25, 31-33).
2. "No todo el que me
diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga
la voluntad de mi Padre celestial" (Mateo 7, 21).