La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

jueves, 1 de marzo de 2018


26 de febrero de 2018 – Italia
Mensaje de María

¡La paz esté con vosotros!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para pediros que os decidáis a rezar siempre más, acogiendo con amor y con fe la llamada que el Señor os hace por medio de mí.
Los tiempos son difíciles, hijos míos. Falta la fe y la oración en la vida de muchos de vuestros hermanos, porque muchos no tienen fuerzas para liberarse del pecado.
Llevad el amor de Dios a vuestros hermanos que no saben amar y perdonar. Estad unidos. Vivid en vuestros hogares el amor y el perdón. Si vosotros no aprendéis a perdonar no podréis merecer el reino de los cielos.
Rezad el rosario en vuestras familias, pues por medio de esta oración Dios os concede grandes gracias y aleja muchos males lejos de vuestras familias.
Yo estoy aquí porque os amo y me preocupo de cada uno de vosotros.
Este es el tiempo en que grandes ultrajes son cometidos y permitidos dentro de la casa de Dios y mi Divino Hijo se encuentra muy ofendido.
Los hombres perdieron el sentido de ser fieles a Dios y ya no saben distinguir lo erróneo de lo cierto, la mentira de la verdad. Pedid la luz del Espíritu Santo y Él os guiará por caminos seguros. Solamente Él os puede dar la luz, la fuerza y el coraje para vivir estos tiempos difíciles y tenebrosos donde los demonios del infierno causan grandes daños en las almas. Luchad contra todo mal con la Palabra de Dios, con la confesión, con la Eucaristía, con vuestro amor y obediencia al Señor, porque Él, el Fiel, jamás os abandona.
Rezad mucho, mucho, mucho. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amén.