La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

jueves, 1 de marzo de 2018


25 de febrero de 2018 – Italia
Mensaje de María

En esta tarde, la Santísima Virgen apareció teniendo en sus brazos maternales al Niño Jesús. El Niño Jesús abrió sus brazos como para acogernos en su Sagrado Corazón. Él dijo que pidió para que hagamos amado y conocido su Padre amado José, porque por medio de San José, de su intercesión, Él desea concedernos grandes gracias. Este es el deseo profundo de su Divino Corazón: Ver a San José amado, invocado y honrado.

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre Inmaculada, vengo del cielo con mi Hijo Jesús para bendeciros y daros mi amor.
Jesús está aquí, porque os ama y desea vuestra salvación eterna. Mi Hijo Divino siempre se hace presente en este lugar para curar vuestros corazones. Yo estoy siempre con Él, esperando por cada uno de vosotros, para acogeros en mi manto de Madre.
Yo deseo guiaros por el camino de la conversión y de la santidad, por eso, yo os pido: escuchad mis llamamientos de Madre. Yo os digo estos mensajes para el bien de vuestras almas, porque no deseo vuestra infelicidad, mas que seáis felices y que tengáis la paz en vuestros hogares.
Hijos amados, están llegando los tiempos crueles y difíciles. El mundo está patas arriba (o mundo está de pernas pro ar), porque se olvidó de Dios y ya no ama más.
La acción del demonio está cegando a muchos Ministros de Dios y junto con ellos sigue una multitud de almas que se encuentran sin fe y sin esperanza. Ayudad a vuestros hermanos a ser de Dios. Yo quiero proteger a vuestras familias de muchos males. Entregaos a mi protección de Madre. Mi Hijo Jesús me entregó a vosotros como Madre y me entregó el Padre vuestro para que yo os cuide. Consagraos siempre
A mi Inmaculado Corazón, renovando vuestro amor y la promesa de ser siempre de mi Hijo Jesús, fieles a sus enseñanzas y a sus mandamientos.
Yo estoy siempre a vuestro lado y os doy, en este momento, mi bendición maternal, unida a mi Hijo Jesús. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.