La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

martes, 16 de abril de 2019

14 de abril de 2019



14 de abril de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, no me canso de llamaros a la conversión, no me canso de llamaros a Dios. Este es el tiempo oportuno para la conversión. No perdáis este tiempo de gracia, a causa de las falsas felicidades que el mundo os presenta a cada uno de vosotros.
No es en el mundo que vosotros seréis felices, mas solamente unidos a Dios, estando bien cerca de su Divino Corazón.
Mi Hijo Jesús me envió del cielo para daros las gracias por las oraciones hechas en el día de hoy. Interceded cada vez más. Aquellos que rezan con fe obtienen todo de mi Hijo Jesús.
La oración hace milagros, no pequeños, sino grandes. No os alejéis del camino que yo os indiqué. ¡Coraje! Luchad por la defensa de la verdad y llevad el amor de Dios a todos vuestros hermanos, para que todos los corazones se abran a la gracia Divina.
Yo estoy feliz con vuestra presencia y os digo que el Señor os concede una bendición especial, bendición de protección, para que todo mal sea desterrado lejos de vosotros y de vuestras familias.
Yo os cubro con mi Manto Maternal y os digo que mi Inmaculado Corazón es vuestro refugio seguro. Aquí dentro de mi Corazón vosotros seréis de Dios. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

La Madre Santísima habló conmigo:

Hijo mío, nada de lo que sufres es en vano. Mi Hijo Divino te quiere más unido a Él en la cruz. Permite ser humillado, sufrir escarnio, ser coronado de espinas y cargar la pesada cruz hasta el punto de ser crucificado con Él por la conversión de los pecadores y por la salvación de las almas.
Ofrécete por los Ministros de Dios que no creen en ti, ni en estos mensajes míos maternales dichos con tanto amor y preocupación. Satanás consiguió cegar a muchas almas, mas la palabra final será siempre del Señor, porque Él los creó para que todos sigan sus caminos santos. Incluso aquellos que no quieren oír, a causa de la dureza de sus corazones, no pueden impedir que sus designios divinos se realicen. Nadie está obligado a creer en estas manifestaciones mías, mas todos tienen la obligación de vivir sus Mandamientos Divinos y de colocar en práctica las recomendaciones finales de mi Hijo antes de que Él subiera a los cielos: id por todo el mundo y predicad el Evangelio a todas las criaturas. Quién crea y sea bautizado se salvará. ¡Quien no crea será condenado!... De estas recomendaciones y palabras maternales, no pueden que decir lo mismo que las palabras dichas por mi Divino Hijo y, cada palabra mía, dicha aquí en el Amazonas, fue solamente un recuerdo de sus enseñanzas divinas, de sus Palabras Eternas. El camino que conduce a mi Hijo es estrecho, como estrecha es la puerta que lleva a la salvación. Sed humildes, sencillos y pequeños, en caso contrario, no mereceréis la gloria del Paraíso. Reza, hijo mío y di a todos que vivan la oración hecha con amor, que cura los corazones y que os hace merecer y tener una fe siempre más fuerte y viva. ¡Yo te bendigo!