28 de
abril de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil
Fiesta de la
Divina Misericordia
Mensaje de Nuestro
Señor Jesucristo
Hoy,
apareció la Sagrada Familia: Jesús, María y José. Jesús estaba grande, como un
hombre adulto. Todos los tres estaban vestidos de blanco mostrando sus
Santísimos Corazones que esparcían rayos, señales de las gracias y de las
bendiciones, sobre todos nosotros y sobre el mundo entero. Fue Jesús quien nos
dio el mensaje:
¡La paz a todos vosotros!
Hijo mío, di a tus hermanos que recen sin dudar jamás.
Corazones dudosos, que no confían, no pueden merecer mis gracias.
Yo os estoy llamando a la conversión por medio de mi
Madre Santísima y de mi Padre Virginal José, mas muchos todavía se encuentran
con sus corazones duros y cerrados.
Yo pido a toda la humanidad: volved al mi Corazón, para
que puedas merecer mi misericordia. Acoge mis llamados de amor, siendo humilde
y obediente, ante mí.
Muchos ya no viven más una vida santa y pura, hijo mío, y
están siguiendo el camino de la perdición que lleva al fuego del infierno.
Interceded por el bien de la humanidad y por la salvación de las almas.
El tiempo es precioso, por eso dedicaos al reino de los
cielos. No perdáis más vuestro tiempo con el mundo, escuchad mi voz y seguid el
camino de la conversión que mi Madre os está indicando.
Rezad, rezad todos los hombres y mujeres, jóvenes y
niños, porque mi Divino Corazón está ofendido hasta el extremo. Yo vengo para
pediros un poco de amor, un poco de sacrificio, para que muchos corazones
puedan ser iluminados y puedan abrirse a la vida de la gracia.
No os dejéis abatir ante las pruebas. Yo os doy un poco
de mi amor y de mi fuerza y os tengo en mis brazos, para que tengáis paz y protección.
Yo os amo y os bendigo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Amén!
Durante la
aparición, en algunos momentos, Jesús se dirigía a mí, después se dirigía a la
humanidad y a todos los presentes.