La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

viernes, 19 de abril de 2019

18 de abril de 2019


18 de abril de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

Hoy, siento el sufrimiento y la tristeza del Corazón de Jesús, despedazado y ultrajado por la humanidad ingrata. Siento, en algunas partes, un dolor y un peso que amarga mi alma. Más tarde Jesús habló a mi Corazón:

Los hombres ya no me adoran más. Se olvidaron de Mí y de mi amor. Mi agonía en el Getsemaní fue terrible, profunda y dolorosa. Me sentí solo y abandonado, sin tener siquiera quien estuviera en vigilia una hora conmigo. Mis apóstoles estaban embriagados por el sueño y se dejaron vencer.
Hoy, cuántos están embriagados en el sueño profundo del pecado y de las pasiones mundanas, adormecidos a la gracia divina que podría salvarlos.
En los días actuales, paso horas y más horas de agonía, sólo y abandonado en muchos Sagrarios, de muchas Iglesias por el mundo entero, sin que ninguna alma venga a adorarme.
A veces, aquellas que vienen a la Iglesia y se colocan en adoración delante de Mí, están presentes sólo con el cuerpo, mas los corazones de muchas de ellas están presos en el mundo, distantes de Mí y de mi amor divino.
Yo busco almas que me amen y me adoren verdaderamente, que suspiren por mi amor, que deseen inmolarse, abandonándose a mis pies por la salvación del mundo.
Busco almas que deseen ser mías, que quieran hacer mi divina voluntad y en ella quieran permanecer para siempre, así como dentro de mi Sagrado Corazón.
Yo estoy escogiendo y preparando las almas que arderán y se consumirán de amor, ante mi Trono, que se dejaron formar por mi voluntad y modelar por mis manos, para que se vuelvan perfectas imágenes mías.
Lucha por el reino de los cielos. Nada se compara a la gloria del Paraíso. Permite que mis palabras de amor calienten las almas y se santifiquen.
Estas palabras mías tocarán en muchos corazones y realizarán grandes milagros de amor y conversión.
Permanece siempre en mi amor, para que seas mío por completo. Purifica tus pecados y reconoce tu nada delante de mí. ¡Yo te bendigo, a ti y a toda la humanidad!

¡Gloria a Ti, Señor Jesús! Bendito sea vuestro Santísimo Nombre por los siglos de los siglos. ¡Amén!