La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

lunes, 22 de abril de 2019

22 de abril de 2019


22 de abril de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil
Mensaje de María

 Ayer, por no sentirme bien de salud y estar abatido y en reposo, sentía la presencia de la Madre Santísima próxima a mí, mas ella respetó mi descanso. Hoy, por la mañana, por sentirme mejor y con más fuerzas, Ella vino y me transmitió su mensaje a toda la humanidad:

¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, déjame hablar a tu corazón, déjame hablar de mi amor maternal, este amor que yo te doy sin reservas y que deseo que todos mis hijo conozcan y lo reciban en profundidad en sus vidas.
Mi Hijo Jesús está vivo y resucitado, en Él la muerte no encontró victoria, mas fue vencida por su Divino Amor, que se entregó hasta el fin, en las manos del Padre, por la salvación y redención de todos aquellos que seguirían sus pasos, entrando en su escuela de amor.
¡Cuántas son las almas ciegas que nada ven! Ellas están muertas a la gracia divina, porque sus corazones no creen en el amor de mi Hijo Divino.
El Corazón de mi Hijo se dilacera en el dolor, por causa de aquellos que no desean aceptar los frutos y los méritos obtenidos por su pasión, muerte y resurrección.
Muchos son los hijos ingratos, que por voluntad propia optaron por la muerte en vez de por la vida. ¡Cuántos son aquellos que escogieron seguir el camino de las tinieblas antes de los pasos de mi Hijo!
La Iglesia está viviendo sus tiempos más sombríos, caminando por entre las tempestades, confusiones  e incertezas. ¡Cuántos pecados, cuántos escándalos, cuánta falta de fe!
Reza por la Iglesia de mi Divino Hijo, para que reciba, en estos tiempos un soplo de gracia y de luz del Espíritu Santo, para que sea reanimada e iluminada y, así, pueda disipar todas las tinieblas que la amenaza y la rodea.
Reza por los muchos sacerdotes que ya no comprenden más el misterio profundo y sagrado de su sacerdocio y se dejaron corromper por las mentiras, por el mundo y por el pecado.
Yo me uno en oración a cada hijo mío, que recorre a mi intercesión maternal y presento, cada súplica, ante el Trono de Dios Nuestro Señor.
Solamente unida al amor de mi Hijo, la humanidad podrá vencer la muerte y el pecado y resucitar para la vida de la gracia divina.
He aquí si suplicante llamado, en este Tiempo Pascual: rezad, rezad, rezad y Dios, por medio de vuestras oraciones, hechas con amor, con el corazón y con fe, os concederá la victoria sobre todo mal y vuestros corazones y vuestras almas brillarán en santidad y gracia, por la luz resplandeciente de mi Hijo Jesús resucitado. ¡Yo te bendigo!