12 de mayo de 2019
–Amazonas, Brasil
Mensaje de María
La Santísima
Madre vino acompañada de San Miguel y de San Rafael. En esta noche, ella nos
dio el siguiente mensaje:
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, os estoy reuniendo en el
amor y en el nombre de mi Hijo Divino. Por muchos años yo os he venido
preparando a cada uno de vosotros y de vuestros corazones, para la gran batalla
que deberéis afrontar. Yo os preparé con mi amor, con mis gracias, os concedí
muchas bendiciones para que tengáis fe, fuerza y coraje de luchar contra todo
mal, mentira y pecado, sin jamás retroceder en el camino santo del Señor.
Hijos, no temáis. En esta mi batalla contra el Dragón
Rojo, que es satanás, podréis vencer todo mal y ataque con la oración del
Rosario, con los Sacramentos, con la Palabra de Dios, además de con vuestros
sacrificios y penitencias ofrecidos al Señor con la recta y santa intención del
corazón.
Luchad, hijos míos, contra todo mal, llevando mis palabras
maternales y mi luz a quien se encuentra ciego espiritualmente.
El demonio consiguió causar grandes daños en las almas.
Él se volvió más feroz y sanguinario, porque sabe que su tiempo prácticamente
ya llegó a su fin y él desea llevar consigo, para el fuego del infierno, a
todos aquellos que se dejen vencer por sus maquinaciones y seducciones
malignas.
Sed fuertes, hijos amados, combatiendo el poder del
infierno con la oración y con el ayuno.
Sed almas eucarísticas y reparadoras y el demonio jamás
conseguirá venceros. Vosotros todavía no comprendisteis el poder de la gracia
que un alma recibe, cuando adora y se entrega al Corazón de mi Hijo Jesús, ante
su Sacramento de Amor.
Sed almas que sepan adorar, sacrificarse y reparar los
pecados del mundo y así Dios tendrá misericordia del mundo pecador.
Dios se quiere unir a vosotros cada vez más, por medio de
su Sacramento de Amor, mas muchos de vosotros no deseáis uniros a Él en la Eucaristía,
porque muchos no vais a la Santa Misa como deberíais. Uníos a mi Hijo Divino y
juntos con Él triunfareis. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os
bendigo a todos: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!