La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

sábado, 18 de mayo de 2019

18 de mayo de 2019


18 de mayo de 2019 –Amazonas, Brasil
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, os amo intensamente y mi amor os doy, para que vuestros corazones sean de Dios y deseen su amor divino.
Vivid unidos a Dios, hijos míos, pues su amor cura vuestras almas y os libera de todo mal. En el amor de Dios está vuestra victoria sobre todo mal y contra su amor divino nadie podrá vencerlo, ni siquiera todo el infierno reunido, por eso amad, amad, amad hijos míos y esparcid el amor de mi Hijo Jesús en el mundo a todas las almas y el amor de Dios triunfará sobre todo mal y vosotros venceréis a las tinieblas unidos con Él.
En el triunfo del amor de Dios en el mundo está el triunfo de mi Inmaculado Corazón. Haced a mi Hijo Jesús amado y todo mal y toda tiniebla serán disipadas y alejadas, lejos de vosotros y de toda la humanidad.
No perdáis jamás la fe, no dudéis, mas creed sin jamás perder la esperanza. Yo estoy aquí para haceros hombres y mujeres de fe. Liberaos de vuestros pecados, para que podáis merecer las gracias del cielo.
Los tiempos son malos, mas no perdáis la fe. Yo estoy aquí para daros fuerza y coraje, a fin de que seáis una luz que brilla en la vida de todos vuestros hermanos que ya no creen más.
Pronto, vosotros veréis a muchas personas quedar divididas y perder la fe, porque no sabrán en qué más creer, mas yo os digo: permaneced fieles a las verdaderas enseñanzas de mi Hijo Jesús. Sus enseñanzas y palabras no cambian nunca, pues Él es el mismo ayer, hoy y siempre.
Volved a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!