Mensaje de María
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para pediros la dedicación y la fe para vivir mis llamados, que yo os doy con tanto amor.
Hijos míos, es vuestro Padre del Cielo que os está llamando a Él, por medio de mí, vuestra Madre Inmaculada.
Escuchad el llamado de vuestro Padre, pues Él desea curar vuestros corazones y vuestras almas de las heridas causadas a causa de vuestros pecados cometidos.
Muchos corazones todavía están cerrados al amor de mi Hijos Jesús, porque les falta la fe, la entrega y la confianza en Él. Rezad mucho para ser de Dios con el corazón y con la vida.
Los tiempos de las grandes pruebas están más próximos que nunca. No perdáis tiempo. Acoged mis palabras maternales en vuestros corazones y permitid que el Espíritu Santo actúe en vosotros, cambiando vuestros corazones, vuestras almas y vuestra voluntad rebelde, hijos míos.
Yo os amo y me preocupo por vuestra salvación eterna. Gracias por haber venido y por escuchar mi invitación a la oración. Que la paz de mi Hijo Divino esté siempre con vosotros y con vuestras familias. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
La Madre Santísima, antes de irse, me dijo:
Antes de dormir, esta noche, rezad un poco más por las almas del purgatorio.