La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 11 de agosto de 2019

10 de agosto


10 de agosto de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María

La Madre Inmaculada vino una vez más del cielo para bendecirnos y trasmitirnos su llamado maternal. Estaba linda y majestuosa delante de nosotros, irradiando amor a todos nosotros, sus hijos e hijas. Ella nos dio el siguiente mensaje:

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, no me canso de llamaros a Dios y a la conversión. Mi Inmaculado Corazón está lleno de amor por vosotros, hijos míos y por el deseo de vuestra eterna salvación.
No dejéis jamás la oración del Rosario de lado, mas rezad siempre más. Dios me envió al Amazonas para enseñaros hijos míos, para enseñaros a vivir en sus caminos santos, caminos de paz y de amor que conducen al cielo, por medio de una vida de renuncias, de oración y de mortificación de sí mismos, para vivir unidos a su Corazón y amor divino.
Hijos míos, los tiempos se están volviendo más oscuros, porque muchos de mis hijos  no rezan y no escuchan mis mensajes. Ellos no creen que yo pueda manifestarme, pero creen en las mentiras que enseñan por medio de la televisión.
Rezad por la conversión de la humanidad, que se dejó cegar por el demonio que desea destruir, hoy en día, muchas familias, para que el amor de Dios sea expulsado de en medio de ellas.
Yo estoy aquí para llevaros por el camino seguro, pues hoy, son muchos los caminos que el demonio os presenta a vosotros y muchos son los que ciegamente los recorren.
Escuchadme, no os alejéis de mi Corazón maternal. Consagraos diariamente a los tres Sagrados Corazones y nunca os alejaréis del camino seguro que lleva hasta Dios. Yo os amo y os cubro con mi manto maternal. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!