Mensaje de María
La Madre
Inmaculada vino una vez más del cielo para bendecirnos y trasmitirnos su
llamado maternal. Estaba linda y majestuosa delante de nosotros, irradiando
amor a todos nosotros, sus hijos e hijas. Ella nos dio el siguiente mensaje:
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, no me canso de llamaros a
Dios y a la conversión. Mi Inmaculado Corazón está lleno de amor por vosotros,
hijos míos y por el deseo de vuestra eterna salvación.
No dejéis jamás la oración del Rosario de lado, mas rezad
siempre más. Dios me envió al Amazonas para enseñaros hijos míos, para
enseñaros a vivir en sus caminos santos, caminos de paz y de amor que conducen
al cielo, por medio de una vida de renuncias, de oración y de mortificación de
sí mismos, para vivir unidos a su Corazón y amor divino.
Hijos míos, los tiempos se están volviendo más oscuros,
porque muchos de mis hijos no rezan y no
escuchan mis mensajes. Ellos no creen que yo pueda manifestarme, pero creen en
las mentiras que enseñan por medio de la televisión.
Rezad por la conversión de la humanidad, que se dejó
cegar por el demonio que desea destruir, hoy en día, muchas familias, para que
el amor de Dios sea expulsado de en medio de ellas.
Yo estoy aquí para llevaros por el camino seguro, pues
hoy, son muchos los caminos que el demonio os presenta a vosotros y muchos son
los que ciegamente los recorren.
Escuchadme, no os alejéis de mi Corazón maternal. Consagraos
diariamente a los tres Sagrados Corazones y nunca os alejaréis del camino
seguro que lleva hasta Dios. Yo os amo y os cubro con mi manto maternal. Volved
a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!