La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

sábado, 21 de marzo de 2020

Oración enseñada por el Glorioso San José


18 de marzo de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil
Oración enseñada por el Glorioso San José, por orden de Jesús, a Edson Glauber, el 18 de marzo de 2020.

Señor, ten piedad de nosotros y del mundo entero. Nosotros te pedimos por la intercesión del Glorioso San José, Protector de la Santa Iglesia y de nuestras familias, desterrar y hacer desaparecer instantáneamente, en un abrir y cerra de ojos, este virus mortal, venido de Satanás, que se cobra muchas vidas humanas, en muchos lugares del mundo.
Concédenos esta gran gracia. No mires nuestros pecados, sino la fe que anima tu Iglesia!… Humilla a Satanás y a todo el infierno, exaltando cada vez más a San José y su Corazón Castísimo en toda la Iglesia y en todo el mundo, como nunca aconteció en la historia de la humanidad. Que todos se acuerden del poder de su intercesión y del gran amor de su Corazón Castísimo, que no nos desampara en los peligros y angustias de la vida.
Glorioso San José, Poderoso guardián de Nuestra Alma, acuérdate que muchos de tus devotos rezaron tu Sagrado Manto de protección y vuestro Santo Rosario de los siete Dolores y Alegrías y honraron vuestro Corazón Castísimo, rezando los primeros miércoles de mes. Por todas las oraciones que fueron dirigidas a Corazón Castísimo, con mucho amor y fe, mostrándonos la gran señal de tu amor, para con la Santa Iglesia y para con el mundo entero. Obtennos de Dios altísimo el perdón de nuestros pecados y su misericordia divina, que fue ultrajada por muchos de nosotros, hijos e hijas ingratos. Que el Señor nos perdone y nos salve. Haz ahora que nuestras oraciones tengan valor delante del Santo Trono de Dios. Nosotros te lo pedimos con confianza: haz valer ahora vuestras promesas, de que nadie os invocaría en vano. A vuestro Corazón Castísimo nos consagramos y consagramos, en este momento, cada país, cada persona contaminada, cada región herida y alcanzada por esta acción maligna y mortal.
Cuando clamamos tu Corazón y Nombre Santísimo, todo el infierno estremece y escapa de pavor. Haz, glorioso san José, que este virus mortal sea aplastado debajo de vuestros pies santos, castos y virginales, en cuento nosotros exclamamos con gran fe y confianza en vosotros:

¡Corazón Castísimo de San José, sé el guardián de nuestra familia!
Amén.

¡Rezad esta oración, muchas veces ahora con fe y arrepentidos de vuestros pecados y mucho más en el día de mañana, en la Fiesta de San José!