La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

lunes, 9 de marzo de 2020

Mensaje de San José del 8 de marzo


8 de marzo de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil
Mensaje de San José

Hoy, San José apareció teniendo al Niño Jesús en sus brazos. Él nos dio el siguiente mensaje:

¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, yo vengo del cielo para bendecirte a ti y a toda la humanidad. Jesús pide a todos que os refugiéis en mi Corazón Castísimo y toméis de Él todas las gracias que su Divino Corazón desea conceder a aquellos que suplican mi intercesión delante de su Trono.
El mundo está siendo purificando de sus pecados, porque no reza, no se arrepiente de sus errores y crímenes y no pide, con el corazón contrito, el perdón de Dios.
¿Cuándo el mundo aprenderá a ser obediente a Dios?
Vuelve al Señor, oh humanidad ingrata y rebelde, porque grandes dolores y tristezas llegarán todavía más al mundo, porque el Señor ya no soporta tantos pecados: son muchos los adulterios, los abortos, los crímenes y asaltos contra la inocencia, con la destrucción de la pureza y de la santidad de muchas almas. El Corazón de mi Divino Hijo Sangra a causa de las terribles infidelidades y pecados de los Ministros de Dios, que ya no viven la verdadera fe, mas predican el error a las almas, enseñando otras cosas, mas no las palabras y las enseñanzas santas del Señor.
Dentro de la Iglesia de mi Hijo la decadencia espiritual reina, porque el demonio entró en ella, disfrazado y sutilmente, y él desea destruir lo sagrado y devorar todas las almas con gran furia.
Reza, hijo mío, reza porque llegarán pruebas más fuertes y terribles al mundo y bienaventurados serán todos aquellos que no renieguen de su fe y no traicionen las verdades enseñadas por mi Hijo Jesús, permaneciendo fieles y firmes hasta el final.
Pedid mi protección, desead estar bajo mi manto sagrado y yo os conduciré hasta Jesús y dentro de su Divino Corazón os colocaré.
Yo doy mi bendición y protección a todos los devotos hijos que honran mi Corazón Castísimo y que a mí se consagran diariamente. Yo estoy concediendo a todos ellos, muchas gracias del cielo, por orden de mi Hijo Divino.
Yo te bendigo a ti y a toda la humanidad: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Durante la aparición San José, por orden del Niño Dios, trazó tres veces la señal de la cruz sobre los países y regiones del mundo. Al trazar la señal de la cruz sobre el mundo, rayos de luz caían sobre él y lo iluminaban. Me acordé nuevamente de lo que Jesús me dijo en el pasado, al inicio de las apariciones: San José, por orden suya, salvará a la Iglesia y al mundo de una gran catástrofe!... Creamos en el poder de intercesión de San José antes el trono de Jesús y pidamos las bendiciones y las gracias del cielo, rezando diariamente el rosario de sus siete dolores y Alegrías, así como, pidiendo su protección, colocándonos debajo de su sagrado manto, con las oraciones que rezamos en su honra. Que las 21 horas de cada noche, hora de San José, sea practicada y vivida en nuestros hogares su devoción, conforme Jesús nos pidió, pues podemos obtener grandes gracias para nosotros, para la Santa Iglesia y para el mundo. Podemos rezar el rosario de San José o meditar sus siete dolores y alegrías de forma breve con 1 Padre Nuestro, 1 Ave José y 1 Gloria, o rezar su Sagrado Manto o las oraciones y consagraciones que Jesús y Nuestra Señora nos enseñaron en honra a San José y a su Corazón Castísimo. Lo importante es que demos el primer paso y perseveremos en este camino de oración y fe.