La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

sábado, 18 de abril de 2020

Mensaje de Jesús del 12 de abril


12 de abril de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil
Mensaje de Jesús

¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, muchas señales fueron dadas al mundo, mas el mundo no quiso convertirse y abrir su corazón a mi amor. La señal más linda y grandiosa la de haber venido mi Madre por muchos años al mundo, para transmitir sus santos mensajes.
Muchos fueron aquellos que ridiculizaron y escarnecieron su amor puro y santo, combatiendo su presencia real y santa en muchos lugares del mundo. Ellos rieron, se burlaron, impidieron que muchas almas la escucharan, acogiesen y viviesen sus peticiones maternales comunicadas con tanto amor, dolor y preocupación.
Hijo mío, mi Corazón fue herido y ofendido una vez más, cuando mi Madre fue ultrajada y tratada como una mujer cualquiera, como la persona más insignificante. Y continúan desmereciéndola, quitándole los honores, virtudes y privilegios que yo les concedí por su gran amor, humildad, obediencia, aceptación y entrega total a mi Divina Voluntad. Ninguna otra criatura, ni angélica ni humana, llegó a tan gran perfección como mi Madre Inmaculada, la toda pura y sin mancha del pecado original, y después de mi Madre Santísima, ninguna otra criatura es tan santa y agradable a mi Divino Corazón, dándome el amor que lo consuela, que perfuma mi Trono en el cielo, llena de virtudes y méritos, como mi Justo, mi Padre Virginal José. Después de ella, él es la persona más poderosa en el cielo, ante el cual todo el infierno tiembla y de quién tienen terror. Pedid la ayuda de San José, pues vosotros todavía no se dieron cuenta del gran poder de su intercesión ante la Santísima Trinidad en el cielo. Él todo obtiene, cuando se presenta ante mi Trono. No puedo negarle nada. No puedo resistir a sus pedidos, a él que con tanto amor se dedicó a cuidar de Mí, el Verbo hecho carne, y de mi Madre Santísima, en este mundo, por sus trabajos, por su sudor, por sus dolores y lágrimas derramadas para protegernos de los peligros de la época en que vivimos, para que fuese cumplida la voluntad del Padre.
Acuérdate, hijo mío, cada época tuvo sus peligros crueles y terribles, mas Dios jamás abandonó a su pueblo y el mal nunca tuvo ni tendrá la palabra final.
Reza, reza, este fue el pedido de mi Madre y Reina, de la Reina del Rosario y de la Paz. En la oración está el misterio profundo de tocar el Corazón de un Dios, de un Dios que se deja conmover por las súplicas de todos aquellos que confían en su Divino Amor y por éstos, Él  hará grandes cosas.
¡Yo te bendigo!