Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo os estoy llamando a Dios hace mucho tiempo, pero muchos de vosotros
no me escucháis y no aceptáis mis llamados en vuestros corazones. Yo ya derramé
muchas lágrimas y manifesté eso visiblemente en muchos lugares del mundo y
muchos de mis hijos quedan con los corazones endurecidos y cerrados, insensibles
a mi dolor.
Yo os hablo y vosotros hacéis oídos sordos a mi voz. Yo os bendigo con
mucho amor y vosotros, muchas veces, despreciáis mi bendición maternal, pecando
y ofendiendo a mi Hijo Divino con vuestros terribles pecados y ultrajes.
Volved, volved al Señor. El Padre Eterno está muy indignado y ofendido, a
causa de esa humanidad ingrata y sorda. Él ya está con su brazo levantado,
preparado para castigaros, en caso de que vosotros continuéis siendo desobedientes
y rebeldes a sus llamados divinos, que Él os hace, por medio de mí. El Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo me envió del cielo para ofreceros amor, protección
y gracia. Convertíos, hijos míos, convertíos cuanto antes, pues el gran castigo
divino será ahora con fuego, el fuego terrible de la justicia de Dios, y muchas
almas corren el peligro de perderse eternamente, porque están ciegas, sordas y
muertas espiritualmente por el veneno mortífero de Satanás, que las destruyó
con sus muchas mentiras y errores satánicos.
Rezad intensamente y diariamente el Santo Rosario y Dios tendrá piedad de
cada uno de vosotros y de vuestras familias. La oración hecha con amor y con
corazón tiene la fuerza y la gracia divina para destruir el poder del infierno.
Rezad, rezad, rezad y todos los males corporales y espirituales serán
desterrados lejos de vosotros y de vuestras familias. Yo os amo y os bendigo:
en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!