La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 23 de agosto de 2020

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz del 20 de agosto

20 de agosto de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil.

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz

 

¡La paz amados hijos míos, la paz!

Hijos míos, yo os estoy llamando a Dios hace mucho tiempo, pero muchos de vosotros no me escucháis y no aceptáis mis llamados en vuestros corazones. Yo ya derramé muchas lágrimas y manifesté eso visiblemente en muchos lugares del mundo y muchos de mis hijos quedan con los corazones endurecidos y cerrados, insensibles a mi dolor.

Yo os hablo y vosotros hacéis oídos sordos a mi voz. Yo os bendigo con mucho amor y vosotros, muchas veces, despreciáis mi bendición maternal, pecando y ofendiendo a mi Hijo Divino con vuestros terribles pecados y ultrajes.

Volved, volved al Señor. El Padre Eterno está muy indignado y ofendido, a causa de esa humanidad ingrata y sorda. Él ya está con su brazo levantado, preparado para castigaros, en caso de que vosotros continuéis siendo desobedientes y rebeldes a sus llamados divinos, que Él os hace, por medio de mí. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo me envió del cielo para ofreceros amor, protección y gracia. Convertíos, hijos míos, convertíos cuanto antes, pues el gran castigo divino será ahora con fuego, el fuego terrible de la justicia de Dios, y muchas almas corren el peligro de perderse eternamente, porque están ciegas, sordas y muertas espiritualmente por el veneno mortífero de Satanás, que las destruyó con sus muchas mentiras y errores satánicos.

Rezad intensamente y diariamente el Santo Rosario y Dios tendrá piedad de cada uno de vosotros y de vuestras familias. La oración hecha con amor y con corazón tiene la fuerza y la gracia divina para destruir el poder del infierno.

Rezad, rezad, rezad y todos los males corporales y espirituales serán desterrados lejos de vosotros y de vuestras familias. Yo os amo y os bendigo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!