Amazonas
Mensaje de María
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para
pediros que coloquéis en práctica todo aquello que ya os transmití con mucho
amor, durante todos estos años, porque grandes sufrimientos están llegando
sobre la Santa Iglesia y sobre el mundo entero.
Abrid vuestros corazones a las llamadas que Dios os hace
por medio de mí, vuestra Madre. Vosotros conocéis tan poco el amor que Dios
tiene por vosotros, porque no os esforzáis, no rezáis y no os sacrificáis como
yo os pedí.
Muchos tienen pereza de rezar y ven la oración como un
peso. Mudad vuestros corazones, liberaos de vuestra mala voluntad y falta de
entrega a Dios, confesándoos y comulgando frecuentemente. No viváis en el
pecado, mas en la gracia de Dios. Esforzaos cada vez más en rezar el Rosario,
para que vuestros corazones se llenen de luz y de gracia del Divino Espíritu
Santo. Invocad constantemente el Espíritu Santo, pues Él os enseñará a vivir
todo aquello que mi Hijo os dejó con sus enseñanzas.
Hijos, pedid la luz del Espíritu para vuestros pastores,
porque ellos están dejándose abatir por las pruebas, por las tentaciones y por
los pecados. Ofreced vuestras oraciones por ellos, para que muchos Obispos y
sacerdote aprendan a ser de Dios por medio de la entrega total y sin reservas a
su amor y a su Divina Voluntad.
Yo estoy siempre con vosotros, a vuestro lado, suplicando
las bendiciones y las gracias del Señor para vosotros y vuestras familias.
Volved a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.