La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 27 de mayo de 2018

26 de mayo de 2018


Amazonas
Mensaje de María

¡La paz amados hijo míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, os invito a vivir vueltos hacia Dios, a fin de que podáis mudar vuestras vidas y vuestros corazones en su amor, volviéndose testimonios de su presencia Divina y de su paz para vuestros hermanos.
Interceded por la paz, la paz de Brasil está amenazada. El demonio desea usar a aquellos que tienen los corazones llenos de orgullo, de mentiras, de deseo de ganancia por el dinero y por el poder, para traer mucha sangre y la violencia que cambiará la vida de muchos de mis hijos.
Rezad con amor su Rosario diariamente, suplicando la conversión de los corazones y la paz para el pueblo brasileño. Sed de Dios y no del mundo, arrepentíos de vuestros pecados y vivid siempre en la gracia de Dios. Aquellos que ofenden al Señor y son desobedientes a sus Santas Leyes mucho sufrirán. El Señor usará el poder de su brazo y permitirá los dolores y los sufrimientos para purificar a los rebeldes y desobedientes que no se quieren convertir.
Convertíos, convertíos, convertíos. Haced adoraciones y ayunos por el bien y la salvación de las almas.
Yo estoy siempre al lado de todos mis hijos que acogen con amor mi llamadas y las colocan en práctica, sabiendo dar valor a mis palabras de Madre.
Mi Corazón sufre por lo que vendrá si no se arrepienten y si son desobedientes. Muchos cambiarán la noche por el día y el día por la noche. No permanezcáis sordos a mi voz. Yo quiero ayudaros, por tanto, vivid lo que ya os pedí y Dios tendrá misericordia de vosotros y de vuestras familias.
Volved a vuestras casas con la paz de Dios y con mi protección maternal. Yo os cubro con mi manto y os doy hoy una bendición de Madre que os ama y que se preocupa por vuestro bien. Yo os doy una bendición especial, de protección, para que todo mal sea desterrado lejos de vosotros y de vuestros hogares. A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.