La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

lunes, 26 de noviembre de 2018

25 de noviembre de 2018


 Manaus – Amazonas
Mensaje de Jesús

Hoy aparecieron Jesús, Nuestra Señora y San José. Los tres estaban coronados. Jesús estaba vestido como un Rey, con un manto rojo y la túnica blanca. Fue Jesús quién nos transmitió el mensaje:

¡Mi paz esté con vosotros!
Hijos míos, yo soy la Vida Verdadera para vuestras vidas. Yo soy la Luz Eterna que ilumina vuestros pasos por caminos seguros, que os conduce hasta el cielo.
Entregadme vuestra voluntad, vuestras vidas, las preocupaciones y las tristezas y yo enjugaré vuestras lágrimas y os daré fuerza, consolación y paz.
Abrid vuestros corazones a los llamados que el cielo os hace. Los tiempos son obscuros y difíciles para aquellos que no se deciden en buscar las cosas de lo alto. Muchos corren el peligro de condenarse eternamente, porque satanás reina más en sus vidas y familias que mi amor y gracia divina.
Yo soy el Rey, el Rey de todos los corazones, mas muchos no me aceptan en sus vidas, mucho menos mi amor.
Yo quiero reinar en los corazones, mas encuentro muchos cerrados, llenos de vicios y de pecados, que no desean convertirse, que no desean ser curados.
Hoy es un día de Fiesta en el cielo, mas en la tierra, en muchas Iglesias es un día de gran tristeza y dolor, a causa de aquellas almas podridas en el pecado y sin vida, que vienen a recibirme con terribles pecados y sin fe.
Yo miro para muchos que se encuentran delante de mis altares y muchos son verdaderos cadáveres, sin luz y sin Dios. Rezad, rezad, rezad por la conversión de los pecadores, a fin de que ellos deseen convertirse y deseen ser del cielo, entregándose a mi Divina voluntad no por obligación, mas por amor.
Yo di al hombre el libre arbitrio y de Él deseo un amor puro y sincero, por libre voluntad y aceptación de mi Voluntad.
Corazones que se entregan a mi amor Yo los santifico como deseo. Aquí, Yo dejo todo mi amor divino y mi bendición. ¡Todo está bendecido!
Yo os coloco dentro de mi Divino Corazón, del Corazón Inmaculado de mi Madre Santísima y del Corazón Castísimo de mi Padre Virginal José. Yo os bendigo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Durante la aparición, la Virgen Santísima y San José conversaron conmigo otras cosas relacionadas con la Iglesia, con el mundo y mi vida. Ellos me orientaban sobre los que yo debo hacer para realizar la voluntad de Dios y su obra divina. Cuando Jesús nos dio su bendición, todos ellos unidos nos bendijeron. Cuando ya se estaban yendo, del Corazón de Jesús salían rayos que se dirigían a cada uno de nosotros, de las manos de Nuestra Señora, gracias, y San José tomó algunos pétalos del lírio que estaba en su mano y lanzó sobre cada uno de nosotros, como gracias y bendiciones.

"Por eso se dice: Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo. Así pues, mirad atentamente cómo vivís; que no sea como imprudentes, sino como prudentes; aprovechando bien el tiempo presente, porque los días son malos." (Efesios 5, 14-16)